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Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.

Están alrededor nuestro, acechando y acompañando nuestro día a día. No hay manera en la que podamos negarlas, su omnipresencia y las avalanchas continuas a las que estamos expuestos lo hacen imposible. La imagen y su reproducción ha alcanzado un nivel tan masivo y constante ante el cual la humanidad nunca antes se había enfrentado o habitado.

Salgo a las 5:30 am de mi casa, porque si no, no alcanzo a ver la niebla entre los camiones -a veces tan densa, que aparecen solo por segundos las personas en bicicleta a los lados de la carretera-. Pero sobretodo, salgo a esa hora porque hay que hacer una parada obligatoria en la bomba de gasolina, diez minutos antes de llegar, por un tinto.

Los objetos cargan historias, cuentan anécdotas. Los objetos hacen y son memorias, conforman los espacios donde todo transcurre, pero cuando su utilidad se termina ¿Qué queda? Un objeto inútil a la deriva.

Ya sea de forma colectiva o personal la infancia ha sido objeto de fascinación por su carácter antagónico a todo aquello que rige la civilización: lo metódico, jerárquico y lineal. Por ende, es inminente el sacrificio simbólico, ya sea parcial o total, del “ser niño”. No se puede concebir al niño sin su libertad, no se puede ser libre al ajustarse a las demandas que impone ese otro que mira desde arriba, y como un acto de redención, “el ser niño” se desvanece cada vez que se le niega hacerse, creerse y serlo todo.

La urbe imaginada es inestable, cambiante. Cada día sus calles se reorganizan de manera diferente, siempre parecidas, como un laberinto vivo. La Ciudad de los Arcos es una ventana a lo que sucede cuando un espacio imaginado es construido poco a poco, fruto de referentes contradictorios y la intensión de descubrir, más que crear, las vistas de una ciudad en el papel.

Dormir y soñar, soñar e imaginar, imaginar y crear, crear y hacer, el hacer y la manufactura, la manufactura y el cuerpo. El inicio: algo imaginado, casi un sueño, o mejor, un sueño de verdad, uno de esos que solo tenemos cuando dormimos. Tomarlo como punto de partida para crear algo, algo propio, una colección de imágenes del inconsciente.

“Mariposas & Flamingos” es un espacio de creación y tejido de anécdotas con mujeres trabajadoras sexuales y lideresas comunitarias, transgénero y cisgénero, y los relatos de su habitar en El Barrio Santa Fé, de Bogotá, y sus rutas circundantes, en el centro periférico de la ciudad. Las calles y recorridos de este “rectángulo invisible” son señaladas y marginadas por imaginarios cargados de prejuicios que contribuyen a la invisibilidad de formas de vida y estéticas fuera de lo normativo.

Este proyecto esta basado en lo que decidí denominar las BIOPINTURAS. Estas son una interpretación pictórica de la histopatología de algunas enfermedades que he tenido la oportunidad de conocer a profundidad, ya que las he experimentado tanto física como mentalmente.

El proyecto es una instalación lumínica, la cual consta de cuerdas electroluminicentes en el espacio. La obra contiene también una composición sonora la cual hace varias el brillo de los cables en el tiempo. Se usaran 1200 metros de cable en tiras de aproximadamente 4 metros, lo cual permitirá un control de 300 luces al tiempo.

“Mente de fresa: pensar con el corazón” es el crear un paisaje que nace de la necesidad de habitar vacíos que son producto de un inconsciente, pero constante esfuerzo de suprimir memorias de la infancia. Recuerdos sutiles pero dolorosos, laten en un cerebro ya adulto.

Con base a un análisis de la construcción de identidad en relación al entorno, por medio de la fotografía, se construye una identidad colectiva en la obra. El análisis se desarrolla a partir de tres premisas que vale la pena resaltar (conexión, relación y transformación), donde se ven expresadas eventualmente en la instalación que se construye por medio de una luz (de tamaño persona promedio), rodeada de varias fotografías en forma de collage, impresas en acrílico, las cuales contienen cada una, un fragmento de diversos cuerpos, en diferentes perspectivas, con los elementos que naturalmente hicieron parte de cada uno de estos en el momento capturado.

George Brecht, artista conceptual, compositor vanguardista, químico y pieza fundamental para el desarrollo de Fluxus, dijo que “las artes plásticas se preocupan por la materia y la música se ocupa de la energía.” Dos elementos claves en la composición del cosmos. Materia y energía, representan todo lo que vemos, oímos y sentimos. Se conoce como materia a todo aquello que tiene masa y ocupa un lugar en el espacio.

Apolo era el dios de la distancia. Representado como el sol, era poseedor de la luz de la verdad. Él concedió a esta un carácter humano, sublime en su belleza. Hoy, el Olimpo es solo un mito del pasado y el poder divino del hijo de Zeus se apagó como una ficción histórica. La comprensión científica de la luz como fenómeno electromagnético impera como única verdad y facto.

Estados de fuga es una reflexión plástica en torno al acto de recordar. Mediante el uso de la pintura en diálogo con materiales encontrados, cartón, papeles usados, residuos de procesos artísticos y fotografías, el trabajo refiere a la configuración del recuerdo como fenómeno compuesto por la re-apropiación subjetiva del remanente. Los materiales residuales aparecen en la obra como elementos que, en conjunción con imágenes familiares más concretas, detonan un proceso de asociación e interpretación abierta; una correspondencia de vínculos caótica equiparable al acto mismo de “hacer memoria”.

“William Ewart Gladstone (1809-1898), el político victoriano que domino el Parlamento británico por 60 años, afirmaba que el respeto de la gente por sus leyes y su tierra se podía medir con precisión matemática por la forma en que esta se ocupaba de sus muertos”
Mi proyecto comienza desde una práctica de archivo, a partir de la acumulación de recortes de prensa amarillista que al ser seleccionados con distintos criterios me permitieron hacer interpretaciones visuales, textuales y numéricas de información relacionada con la muerte violenta en Bogotá.

Acreción revela el proceso detrás de un cuadro que hice inspirado en la obra de mi abuela. Es difícil dar cuenta de todo lo que ocurre detrás de una obra: el contexto histórico, la trayectoria del artista, las tecnologías del momento, la prueba y el error, las ideas y su evolución, el proceso. Son cosas imperceptibles a la vista del espectador que solo puede ver el resultado final, la obra terminada, la consecuencia de estos factores ignorados.

TAGCLONES es un proyecto que surge de mi curiosidad por cuestionar la identidad. Nosotros, al hacer parte de una comunidad con un sistema capitalista nos regimos por unos estándares económicos que controlan nuestro estilo de vida. Constantemente adoptamos tendencias y absorbemos información de los medios de comunicación, haciendo que la autenticidad sea nuestro objetivo primordial

Este proyecto se conforma de una serie fotográfica donde busco mostrar la complejidad de mi espacio psicológico. Esta es compuesta por autorretratos y fotografías de objetos o lugares que tienen una carga emocional para mi. Desde mi punto de vista el espacio psicológico se compone por la percepción de una realidad que conforma una identidad. La realidad es un concepto abstracto que puede ser expresado de diferentes formas.

Una mano sostiene una cadena de la que cuelga un dije a unos 20 centímetros de la punta de los dedos , la otra mano se extiende con la palma hacia arriba, como enfrentándose al dije pero conservando una pequeña distancia. La mano que sostiene la cadena se mueve de arriba para abajo tres veces, el péndulo empieza a moverse en forma circular.

En general siempre me he inclinado en lograr experiencias perceptivas que inviten a reflexionar sobre lo real y cómo lo construimos en nuestra mente. Me interesan mucho los espacios arti ciales que pueda manipular creando mediaciones electrónicas para proponer experiencias sensoriales atípicas que el cuerpo pueda percibir.

La ciudad se presenta ante nosotros con unos materiales específicos que la construyen; tiene sus propios colores, patrones y texturas que son parte del entendimiento de “calle” que hemos armado en nuestro imaginario. Este entendimiento es como un subconsciente visual colectivo. Dentro de esta realidad, yo no juego el rol de creadora ni de interventora. Sino que busco un papel de intermediaria.

Los viajes que no nos dimos, los lugares que nunca visitamos, estan acá plasmados, honrando viejas promesas y anhelando la idea de romance que soñamos. Aunque lo planteamos como posible, solo fue una imposibilidad. Imposibilidad que se hizo verdadera a través de los lugares que recorrí pensando en tu ausensia y recuerdo. Todo esto me dejo imágenes que uní a lo que me escribiste durante el tiempo de nuestra relación.