Sé que no puedo devolver el tiempo.

Me fui.

Mirar al cielo

Respirar aire limpio

Acercarme a las montañas

Encender el fuego del día

calentar el agua para bañarme con totuma

Frío.

Barrer la tierra en medio de la neblina

Cocinar con leña

todo sabe ahumado

Sembrar las lechugas del almuerzo

Los artistas además de pintar jardines también pueden hacerlos.

Libros leídos

El barro secándose al sol

El horno cerámico a mil grados centígrados

Tejer mi piel y mis harapos

Vivir a la luz de la luna, de las velas

Vivir en un rito eterno

Escuchar los pájaros

Ser un pájaro.

Un pájaro que construye su nido

Enraizar en mi rinconcito del mundo

Una casita toda hecha con mis manos

para crear, para amar, para crecer

Que respira conmigo

Que tiene un corazón

Es mía.

Es para el mundo.

Es para el arte.

La casa y yo nos abrazamos todo el tiempo

Ella guarda mis sueños, mis miedos y mis amores

Cada

Comentarios de los jurados

 Es un lugar común decir que la vida del artista es inseparable de su obra, aun en los peores casos, cuando el llamado artista actúa con calculo, premeditación y oportunismo para comercializar su trabajo o lograr cierto tipo de figuración, el vinculo entre las 2 sigue siendo claro y evidente. Pero es bastante inusual, que esta relación entre vida y obra llegue a un grado tal de simbiosis como en el trabajo de Gabriela Viridiana.

Imposible discernir los limites entre una y otra pues las dos son la misma cosa.

Hacer literalmente su casa, con sus propias manos, y no solamente la casa, todo lo utilitario que ella contiene, es un gesto de una potencia que solo el tiempo sabrá descifrar.

Autonomía, libertad, riesgo, generosidad, amor en el mas amplio sentido, y sobretodo resistencia, resistencia que en el momento histórico que nos ha tocado vivir se presenta no solo como una opción si no como una necesidad de supervivencia, para entre otras cosas, rescatar los valores básicos humanos que este sistema de la auto explotación personal, como la ha llamado un filosofo de moda, no termine por extinguir.

Luego del esfuerzo prolongado que Gabriela Viridiana ha debido hacer para llevar a cabo su proyecto, vendrá el tiempo de la reflexión y la escritura que seguramente la llevaran a encontrar nuevas posibilidades para seguir ahondando en su camino, tan vital y lleno de posibilidades. Y por ultimo, imposible no resaltar de su trabajo el carácter indefinido, híbrido , inclasificable que muestra de nuevo que el arte es el espacio mental y físico en donde la libertad deja de ser una palabra para convertirse en una realidad.