El lenguaje nos propone una traducción de un mundo intangible, el cual lentamente se va adhiriendo a representaciones estáticas y limitadas que han sido heredadas transgeneracionalmente. Al expresar dentro del lenguaje el mundo sensorial intentamos filtrar un universo de experiencias en el mundo de la razón, abandonando una infinidad de posibilidades para trasmitir al otro el modo en que habitamos el mundo. Lamentablemente las experiencias corporales se limitan a un lenguaje austero que pierde sentido en tratar de representar lo irrepresentable, plasmando la lógica como epicentro del conocimiento interpersonal.

Traducción es una serie de dispositivos que buscan ser recipiente de la propia experiencia corporal, que permite transmitir sensaciones y compartir el sentir del mundo externo. Este proyecto explora un modo de traducir la experiencia sensorial en el otro.

Comentarios de los jurados

El proyecto de grado de la estudiante Hanne Zuluaga Jassir permite evidenciar que el trabajo realizado es el resultado de la indagación y exploración sobre un interés específico que cobra vida gracias al tiempo que la estudiante se tomó para poder llegar a la obra final.

El texto que entregó al jurado permitió ver cómo se dio el transito que realizó para poder llegar al resultado final y la lógica interna que tiene la obra. El texto sin embargo tenía algunas dificultades de redacción que le restaron rigurosidad, sin restar sin embargo, valor al trabajo realizado.

La definición de dispositivos para dar cuenta de los elementos que conformaban la obra fue acertada en la medida en que permitía comprender la relación que estos tenían con el tema que la estudiante estaba buscando abordar, esto es, cómo estos permitían experimentar una serie de sensaciones y emociones que se producían al estar en contacto con la obra, tanto a nivel visual como táctil. Guarda en este sentido consistencia con la comprensión del dispositivo como una pieza que es preparada para realizar una función específica y que hace parte de un conjunto más complejo.

El sonido que se encontraba en la instalación que la estudiante realizó, permitía dar cuenta de las sensaciones y emociones que las personas experimentaban al entrar en contacto con la obra, lo que podía enriquecer la experiencia de las personas que asistían a la instalación llevándolas a pensar en otros tipos de emociones y sensaciones que podría surgir al entrar en contacto con la obra, enriqueciendo así, su experiencia al visitar la instalación. Cabe sin embargo la pregunta de hasta qué punto el registro sonoro podría tener un carácter más activo en la instalación que no se limitara a una apuesta testimonial.

La bibliografía que la estudiante utiliza para poder pensar la obra permite comprender de qué manera las fuentes consultadas le permitieron enriquecer su trabajo.