Al combinar las imágenes a través de transparencias podía lograr que tuvieran lugar relaciones entre ellas, de tal modo que su unión se convirtiera en una nueva imagen. De este modo, el significado que tenía cada imagen en su individualidad pasaba a corresponder a un todo.

Partiendo de ello, empecé a explorar cómo componer imágenes a partir de su unión. Así, al congelar fotogramas generé unidades de imagen. La técnica de foto- serigrafía, que permite la ampliación de imágenes en un formato en el que abundan el grano y el píxel intensifica la naturaleza texturizada de la imagen. Asimismo, abrió el campo a un proceso de experimentación en cuanto a la modificación del espacio y del color.

Paralelamente, la necesidad de encontrar una lógica a la conexión entre piezas audiovisuales, me llevó a experimentar a través del audio para así generar un hilo conductor. Por este motivo, la narración parte de audios en voz en off de sueños, al igual que de música y sonidos, tanto propios como extraídos de archivos externos. La composición de las piezas audiovisuales surge a partir de un lenguaje narrativo que se construye uniendo narraciones auditivas y combinándolas con piezas visuales en movimiento, material sonoro y música.

Así, mientras el lenguaje audiovisual del proyecto se enfoca en experimentar la composición en el tiempo, lo que le atribuye un carácter narrativo, el pictórico se centra en la búsqueda de composiciones, la exploración de color y el interés por la textura que parte del grano y del píxel.

Del mismo modo, aborda la dualidad de lenguajes artísticos que se conectan a través de las imágenes representadas, de su carácter serial y de la estética texturizada que manejan.