Las piezas están elaboradas utilizando materiales que se encuentran en mi entorno y que se pueden considerar desechos de la vida cotidiana, y en este sentido invisibles. Estos pueden ser los cabellos que se me caen, los pelos que mudan los animales, las hojas de la maleza e incluso ramas que quedan abandonadas después de una tala.

El proyecto no pretende ser un estudio específico y concluyente, es solo un intento por satisfacer mi necesidad de representar este lugar de ensueño como lo siento y como lo percibo. Un intento por convertir algo que solo existe dentro de mi imaginación en un espacio real y tangible. Casi como un registro o evidencia de su existencia.