De esta manera la lógica de que el tiempo es algo estable se desintegra, colapsa y se rompe, a través de un time lapse se puede contener una experiencia visual de los elementos e instantes que componen el mundo y la existencia humana y además se ve cómo estos mutan y se transforman con el pasar de los segundos. Con este método fotográfico, el mundo que vemos normalmente cambia, y se convierte en una forma estética visual diferente, ya que un time lapse tiene su propio ritmo, es rapidez, es movimiento, es tiempo comprimido y alterado.

Comentarios de los jurados

El proyecto Tiempo Alterado de Andrés Brand propone una mirada muy particular y potente de la labor del fotógrafo: cada obturación fotográfica de la cámara, lista secuencias de instantes capturados que funcionan como mantras. Estos mantras lo liberarían de una mirada racional y le permitirían una relación espiritual con los paisajes que captura. Esta apuesta resulta fascinante para pensar nuestra relación con los entornos naturales y con la cámara, pero aún no acaba de materializarse en su propuesta plástica. Las imágenes fotográficas fijas y animadas que Andrés construye aún son representaciones bastante convencionales del cielo, el agua, el fuego y la tierra, muy compuestas y distantes de ese entorno natural con el cual buscaría más bien encontrar una relación de correspondencia y continuidad. Esa premisa espirituosa puede abordarse de manera mucho más contundente y alejarse de un posible automatismo mecánico que nos hace pensar en las lógicas de representación foto-geográfica de la tierra en plataformas como google earth, tomadas por un ojo mecánico que no mira. Si Andrés quiere despojarse de una voluntad racional a través de cierta automatización fotográfica en su mirada del paisaje, no puede sacrificar su propia sensibilidad. Todo lo contrario. En este sentido sugiero que revise El vértigo de las listas, de Umberto Eco, un maravilloso compendio de esta curiosa y banal forma cultural que son las listas tanto prácticas como poéticas, en la literatura y en el arte. Hay un capítulo que justamente investiga las letanías religiosas que puede resultar muy inspirador para Andrés.

El proyecto se configuró como un interesante laboratorio de experimentación con medios en desuso y sus diversas representaciones del tiempo. Investiga dispositivos técnicos anacrónicos, haciendo sus propias interpretaciones y desviaciones de estos lenguajes plásticos, hibridándolos con procesos fotográficos y videográficos más contemporáneos. Empezó un interesante juego con la historia, que puede expandir mucho más. Su exploración técnica del cianotipo, la fotografía análoga y dispositivos pre-cinemáticos en diálogo con procesos como el time-lapse y la animación digital, puede llevarse aún más lejos, buscando, desde una posible y propia arqueología de los medios, ramificaciones y rutas inesperadas que estas técnicas pueden tomar. Más que emular sus procesos y tiempos desde el presente, haciendo una especie de juego de citas históricas desde la corrección y la precisión de su recreación, Andrés puede partir de esas técnicas para encontrar maneras más singulares de construir imágenes fijas y móviles que le permitan llevar más lejos sus interesantes juegos de contracciones y expansiones temporales. Puede, por ejemplo, aprovechar mucho más las imprecisiones que resultaron en la construcción de los dispositivos giratorios para evocar su experiencia de lo natural y moverse con más libertad por estos fragmentos de pasado. Leer algunos textos sobre arqueología de los medios enriquecerá sus intuiciones sobre por qué escarbar el pasado de las técnicas fotográficas y cinematográficas puede resultar también liberador. Le recomiendo Deep Time Of The Media de Sigfried Zielinski.

Los planteamientos de base y la investigación sobre la naturaleza del medio son muy interesantes y están bien elaborados. El proyecto es en general convincente y sólido, especialmente en la manera de proceder en las capturas y en la experiencia que ese quehacer supone. Sin embargo algunos aspectos de esa experiencia y de lo que sucede en ese quehacer no alcanzan a llegar con potencia al espectador en la instalación propuesta. Algunas decisiones en este aspecto no son tan adecuadas y no están pensadas en términos de la experiencia que se genera. No obstante el proyecto demuestra unas inquietudes genuinas y honestas y un buen nivel compromiso con su propio trabajo artístico.