Periferia – Sabina Gámez Ibarra
La obra “Periferia” explora una nueva forma de acercarse a la problemática de la transgresión de la naturaleza a manos del humano, haciendo énfasis en la fuerza y extrañeza de la imagen, Y sin exponer directamente el conflicto, brinda al espectador una contextualización que contrapuesta a la imagen creada, cambia el tono y la forma en que se desarrolla la temática. Así, planteo el problema en sí mismo como una materia prima para crear una imagen basada en la versatilidad y posibilidad de convertir objetos simples y cotidianos en “ecosistemas” que dan vida a la obra. En la cual desde la exploración del concepto, la materialidad y la perspectiva como elementos principales, se desarrollan los tres espacios que la componen: El océano, el bosque y la ciudad, planteados como una videoinstalación donde se exploran las posibilidades plásticas y visuales de estos ambientes recreados para entender la relación de las composiciones que se generan a partir del análisis y abstracción de cada espacio con la escala, la perspectiva, el contexto y el espectador.
Comentarios de los jurados
Sabina se aproxima a las nociones de bosque y océano a partir de un juego de imágenes metafóricas muy potente en su austeridad de materiales y sus diálogos entre escultura y lenguaje videográfico, logrando evocaciones poéticas del territorio. Sus decisiones sobre elementos compositivos, punto de vista y manejo de luz y color son muy acertadas, logrando una instalación audiovisual contundente. Resalto su compromiso y determinación en construir unas pantallas de gran formato que resultan muy pertinentes en la experiencia de la obra, aunque habría que pulir la relación entre la escala de las proyecciones y la de las pantallas, evitando espacios sobrantes de pantalla. Sus composiciones nos evocan diques y economías extractivas que señalan nuestras complejas relaciones de dominación sobre los entornos naturales, que podrían expandirse desarrollando en el tiempo estos juegos visuales, y ahondando narrativamente en la complejidad de estos paisajes distópicos más allá de los cortos loops que propone. Puede así mismo ampliar y enriquecer los matices de las relaciones entre naturaleza y cultura que señala. Por otra parte, la sección que desarrolla a partir de su interés por la ciudad, parte audiovisual y parte escultórica, puede desarrollar mucho más sus diferentes componentes: el video puede expandir la estrategia de la larga exposición y los barridos de luz, así como el componente del humo. El juego entre luz, humo y la invitación a mirar hacia abajo, en una incipiente relación de vértigo con el paisaje urbano, pueden madurar y establecer relaciones más contundentes. Sugiero desarrollar este segundo componente sobre la ciudad como una segunda pieza, con sus propias complejidades. La propuesta de pensar la ciudad a partir de la relación entre la densidad de humo y las dinámicas de sobrepoblación es muy interesante, pero aún falta ponerla verdaderamente en juego. El texto es honesto y coherente. Puede ahondar en él sus intereses por lo natural y lo urbano, sus reflexiones sobre el lenguaje metafórico, sobre el filtro televisivo a través del cual mira y piensa la naturaleza. Puede incluir sus reflexiones y hallazgos sobre las estrategias plásticas que desarrolla, para que pueda ser un espacio fértil en sus proceso creativo más allá del requisito formal.