“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
“Visto, leído, visto.” – María Emilia Uribe
Liminal viene del latín y significa “umbral” y “límite”. Y la ciudad nos sobrecoge con todos los umbrales escondidos por cruzar. Sin embargo, no nos damos cuenta de ellos porque existen en el entorno que pensamos conocer de memoria, y por esa misma razón ya no lo detallamos porque no sentimos que sea necesario.
Según Henri Lefebvre, la interrupción de los flujos en la ciudad alteraba la producción del espacio, y la Deriva Situacionista de Guy Debord invita a seguir un flujo psicogeográfico. Ambos invitan a restaurar flujos, arreglar puntos de confluencia y así restaurar la posibilidad del ser humano de producir sus propios espacios como posibilidad política, tanto directamente en la ciudad como en nuestras interacciones con esta. Y quise buscar las huellas que quedan tras estas alteraciones e interacciones y bailan en este umbral liminal. Busqué las puertas que quedan abiertas y todos los directos ataques a la cotidianidad que nos permiten ver lo que hemos ignorado anteriormente.
Todos los días en mis bolsillos quedaban rastros e indicios de los recorridos hechos y los flujos que se cruzaron, en la forma de volantes publicitarios que eran casi siempre ignorados. Leer es tan automático, que muchas veces clasifica a solamente “ver”. Entre ver y ver, puedo encontrar los indicios para descubrir la manera de volverlos a “leer”. Porque podrían esconder sus secretos y, con la atención necesaria, podrían delatar las palabras detrás de las huellas que dejan, reorganizarlas para poder descifrarlas, y reescribir los rastros de las intersecciones. Así, el proyecto presenta una apropiación de estas huellas, creando nuevas frases. Esta apropiación de los textos se convierte en un collage donde el nuevo mensaje lo controlaré yo. Es una acción política al devolverle la atención a lo que iba a ser desechado.
Después de organizar las huellas que han quedado (los panfletos), y de realizar la alteración de las huellas (nuevos textos), fueron devueltos a la circulación para animar las intersecciones de los flujos. Es la cotidianidad ofreciendo una nueva propuesta. Es la ciudad probando la existencia de una dimensión diferente a la acostumbrada, y delatando la presencia liminal del umbral entre lo conocido y lo extraordinario.
Y para llevar esto a cabo vi para luego conscientemente leer y luego escribir, y volver a leer y desarmar y formar, y así crear algo que será visto por la siguiente persona que busque huellas en su cotidianidad.