Vasija que recolecta sueños – Estefanía  Guarquín

Basada en las urnas funerarias de la cultura Chimila o Ette. La vasija se sostiene en cuatros senos, su cuerpo de forma orgánica pretende dar fluidez mientras que lo brazos (uno el sol, el otro la luna) están en el acto de conectarse entre sí, a su vez la tapa lleva diferentes texturas que representan los cuatro elementos. Los colores son un experimento de engobe con óxidos de tierra.  La vasija busca guardar lo onírico e incompresible de los sueños.