Project Listing

Una conversación [1] puede mostrar múltiples inquietudes sobre el encuentro con un material vagabundo [2]. Estos materiales han venido de lugares diversos y hoy reposan en los rincones de la ciudad, esperando alguna circunstancia para ser activados. En este caso, la palabra es un ejemplo de la flexibilidad y susceptibilidad de un material a alteraciones lógicas, escalares y comportamentales. Así, quisiéramos concentrarnos en la esencia del material, en especial la de aquellos objetos perdidos y encontrados, que concebimos como sujetos de creación. Haremos una arqueología que indague y debata esa unidad tangible, perteneciente y presente desde sus características físicas, semánticas y comportamentales.

Buscamos exponernos entre nosotras y a través de una actividad previamente considerada femenina, pero con una nueva motivación: servir a nuestros intereses. La ropa, usada también como una herramienta de empoderamiento y reflejo de la personalidad de su portador funciona como un mensaje de presentación frente al entorno. La existencia de la moda unisex o [...]

¡Qué cerámica tan cuca! es un proyecto que surge desde el colectivo Severas Nenas con la intención de crear un espacio de reunión femenino de carácter cerámico-productivo. El proyecto se sustenta en la unión de dos líneas de contenido.

Una muestra de piezas que se desarrollan bajo un interés particular alrededor de la arquitectura tradicional de la región caribe colombiana. Esta arquitectura, vista como resultado de una serie de procesos histórico- culturales, tiene una relación con el abandono y la memoria desde el lugar que estas habitan y cómo se presentan en el espacio desde una perspectiva visual. De igual manera, las piezas presentadas buscan ser evidencia de un desarrollo relacional entre aquellas situaciones estéticas presentes en estas estructuras y se hacen tangibles por medio de la experiencia con la región; y los procesos materiales en torno a la construcción de las obras.

Somos colombianos, criollos. En nuestra tierra los límites entre lo local y lo foráneo cambian constantemente. Nuestra cultura y nuestras costumbres se transforman, se mezclan con las que vienen de afuera. Gracias a nuestra resistencia, nuestra esencia permanece y todo lo que llega de afuera lo transformamos para volverlo nuestro, lo re hacemos a nuestra manera. Nuestra cultura ha sido un collage de infinitas posibilidades.

Sentimos que hoy este fenómeno se consolida de otra forma en nuestra generación y nos declaramos una generación postcriolla. Un colectivo postcriollo. Somos conscientes de la reapropiación que hacemos de las cosas y la portamos orgullosamente en nuestro diario vivir. En como nos vestimos, en como hablamos, en lo que comemos, en la música que escuchamos, en los sitios que frecuentamos. Nos ponemos Asddidas y no nos importa que sean chiviados; de hecho eso los hace más chimba. Nos encanta el ajiaco, pero acompañado de un vinito blanco bien frío. Nos inventamos el Guareitoreid(Guaro con Gatorade).

Farriamos Techno, Technocumbia, Technoguaracha y Reggaeton. Amamos endulzar el ojo en San Victorino.

Escribimos este breve informe afanados por unas fechas que no cumplimos; en teoría, los integrantes del colectivo La Oficina debimos haber expuesto por escrito los resultados de nuestro trabajo desde el año pasado. Lo sentimos, muy seguramente estábamos cansados del proyecto con el cual nos ganamos La Bolsa de trabajo BOTA: el libro arte “La Madriguera”. No es para menos, dejamos correr tiempo y en un momento se nos vino todo encima: las cotizaciones, los grabados, el prólogo y hasta el ultílogo. De pronto, nos vimos colgados y con una sola fecha disponible en la sala de exposiciones del edificio S1. Semanas de mucha tensión, definitivamente.