Natalia Castañeda Arbeláez, nominada al XII Premio Luis Caballero

Natalia Castañeda Arbeláez, nominada al XII Premio Luis Caballero

Natalia Castañeda Arbeláez ha sido nominada al XII Premio Luis Caballero

Con el proyecto Cuerpos glaciares: ancestros hídricos de una extinción futura, nuestra egresada del Pregrado en Arte Natalia Castañeda Arbeláez ha sido nominada para la décimo segunda edición del Premio Luis Caballero. El proyecto se presentó hasta el 25 de agosto de 2023 en la galería Santa Fé.

¿Qué es el Premio Luis Caballero?

Desde 1996 y cada dos años el Premio Luis Caballero reconoce la trayectoria de artistas colombianos o residentes mayores de 35 años con una larga trayectoria. Brinda promoción, acompañamiento y financiación a la producción artística de sus nominados. Es uno de los estímulos más importantes de creación y circulación en Bogotá. Es una iniciativa de la Alcaldía Mayor de Bogotá, y su puesta en marcha está a cargo de la Gerencia de Artes Plásticas y Visuales del Instituto Distrital de las Artes – Idartes.

Cuerpos Glaciares, ancestros hídricos de una extinción futura

Cuerpos glaciares, ancestros hídricos de una extinción futura hace un seguimiento a glaciares circundantes desde un agenciamiento cuerpo a cuerpo proyectado en relatos que cruzan estudios científicos, afectos, mapeos y ficciones. La instalación presenta un espacio de archivo, de visualización y de experimentación de estos territorios desde un acercamiento sensible, un conocimiento situado y transdisciplinar. Se trata de un intercambio con especialistas que abre la reflexión conjunta, donde la ciencia, la poética y el arte proyecta el estado frágil de un ecosistema sensible al cambio climático.

 

Partiendo de la vivencia personal se insiste en mantener activo el vínculo con la montaña, donde la atención a los cambios hace visible la vulnerabilidad del paisaje que, como el cuerpo, se desgasta, se cansa, se contamina y se fractura. Con el relato, la cartografía y el montaje audiovisual se persigue un parentesco que nutra la comunicación y el intercambio con la naturaleza, haciendo que la ficción entrelace conversaciones que comprenden una concepción ancestral, un cuerpo compartido y un cuidado conjunto.

 

La Corte Suprema de Justicia en el 2020 declara y ordena que el Parque Nacional Natural de los Nevados sea considerado Ser Sujeto de Derechos de Especial Protección. Es una apelación que, desde una aproximación jurídica y científica, reconoce a la montaña como un sistema interactivo, un conglomerado autorregulado y compuesto por multiplicidad de organismos vivos y procesos biológicos. Una trama de fuerzas vitales en modos complejos de interdependencia, modos intrínsecos de los cuales somos parte. Un reconocimiento legal y una postura simbólica que se arraiga en el territorio desde diversas perspectivas que cruzan lo político y lo biológico; una forma de concebir la montaña como un tejido simbiótico que actúa e interviene en su propia historia y en la nuestra.

 

Información tomada del sitio web de la artista

Sobre Natalia Castañeda Arbeláez

Nació en Manizales en 1982 y es artista visual e investigadora. Doctora en Artes (2022) de la Universitat de Barcelona, donde también realizó el Master en Creación Artística Contemporánea (2017). Realizó estudios de Cerámica en la Escola d’Art La Industrial (2019) y obtuvo el Diploma Nacional Superior de Bellas Artes ´-  DNSBA, en École National Supérieur de Beaux-Arts en París, Francia (2009). Estudió Artes Plásticas en la Universidad de los Andes en Bogotá (2004) y realizó la Especialización en Creación multimedia en la misma universidad (2006).

«Los glaciares son aguas compactadas de antiguas nevadas expuestas a las dinámicas del tiempo: acumulan hielo y sueltan agua, reciben y entregan. Son masas de hielo en movimiento. La congelación de un tiempo puesto en rotación. Son las fluctuaciones del hielo, de los detritos rocosos y de los velos de ceniza, que ruedan paulatinamente por las pendientes más altas. Son futuros ríos contenidos. Los glaciares son cambiantes y dinámicos, dependen directamente de las extremas condiciones atmosféricas de la alta montaña. Los blancos copos de nieve se transforman y se compactan al azul del hielo glaciar,  el lento descenso extrae las burbujas de aire que difractan la luz para llegar hasta la profundidad del índigo glaciar, rudo y ancestral.  Su rigidez es aparente, se quiebra y se agrieta como signo de fluidez. Al abrigo con la tierra, el agua se filtra sin compensar la pérdida. Entre las fisuras, los rayos UV y el aumento de la temperatura, debilitan el hielo, gotas de agua que se escurren por la cuenca del glaciar, la zona de ablación o línea de retirada. Al borde de los 5.000 msnm., los últimos glaciares del trópico son una rareza gracias a su latitud ecuatorial y la elevación altitudinal. Pese a su desequilibrio son ecosistemas resilientes y cambiantes. En unas décadas posiblemente ya no existirán glaciares, lo que afectará directamente la biodiversidad y el ciclo de los recursos hídricos».