El color es una base de despliegue para lo pictórico, y consecuentemente tanto del ver y del hacer ver como de la mirada; incluso en versiones monocromáticas: el color es de la esencia o de la estructura de la pintura, sea que se ejecute su creación o que se lleve a cabo su apreciación. De ahí que tenga sentido plantear como hipótesis del curso que: si se logra un adecuado entrenamiento en la pintura, y su coloración esencial, entonces, consecuentemente, se entrena la mirada; este entrenamiento es elemento, base y fundamento de la formación del artista visual. Transversalmente y en relación con los atributos y contrates básicos del color, en el curso se estudia el gesto, la superficie, el soporte y la composición del plano pictórico. El estudio del color se toma como base y sistematización del proceso pictórico, que se puede vincular con otras áreas de la imagen como el video, la fotografía o la animación. Se exploran los grandes motivos o géneros de la tradición pictórica: el paisaje, el bodegón, el retrato y la abstracción; y en este estudio se abren distintas problematizaciones de lo pictórico, por ejemplo, el paso de la representación a la presentación conceptual o física, la evolución de los pigmentos, el uso de herramientas tecnológicas en la pintura, la construcción y destrucción del plano pictórico, entre otros. El curso es concebido como básico, justamente, porque interesa tanto el fundamento como su migración a otros contextos de la creación.
Profesores: Luz Helena Caballero, María Isabel Vargas y Nicolas Barrera.