Exposición: Vínculos y disociaciones. Dibujos de Laura Ramírez Palacio

La exposición Vínculos y disociaciones. Dibujos de Laura Ramírez Palacio presenta dieciocho dibujos de esta artista y estudiante de doctorado, recientemente donados a la UAM. La colección procede de la disuelta Fundación Vasos Comunicantes que ella misma creó en 2021, con el objetivo de servir de espacio de encuentro y diálogo constructivo entre la salud mental y las prácticas artísticas. La muestra quiere dar a conocer este conjunto de dibujos y abrir una conversación en torno a este diálogo, así como a otros temas importantes implícitos en la obra de la artista. Como doctoranda de la Universidad Autónoma de Madrid – UAM, Laura Ramírez Palacio estaba desarrollando una tesis acerca de la representación y el uso de las imágenes de niñas y niños guerrilleros en la Centroamérica de los años ochenta y la violencia ejercida en ese proceso de infancia robada. Vínculos y disociaciones se inscribe dentro de la convocatoria «Historias de la UAM» y pretende recordar la memoria de esta artista que falleció en abril de 2022. La exposición quiere rememorar los lazos que Laura estableció con una comunidad de afecto, en parte ligada a personas vinculadas a la UAM.

Laura Ramírez Palacio, La custodia

Lápiz y óleo sobre papel mylar, 120 × 156 cm, 2020

Los dieciocho dibujos se adscriben a dos series diferentes. Cinco corresponden a Anotaciones desde la Historia del Arte (2011-2014), serie en la que redibujó algunas obras fundamentales de la historia del arte del siglo XX (Ana Mendieta, Marcel Duchamp, Piotr Pavlensky, Sarah Lucas y Hans Bellmer). En ellas se muestran cuerpos sexualizados, objetualizados, mutilados o violentados, en los que sobresale un claro sentido de su vulnerabilidad. Los trece dibujos restantes pertenecen a la serie Vínculos y Disociaciones, realizados en su gran mayoría durante el período de confinamiento por la COVID-19, cuando la artista continuó el trabajo emprendido en series anteriores en torno a los abusos sexuales en la infancia. Entendemos que, en su obra, ambos conceptos tienen una vocación ambivalente. La disociación remite a la desconexión emocional ante experiencias traumáticas o estresantes, pero también a la distancia necesaria para la autodefensa ante una de estas situaciones límite. Del mismo modo, los vínculos pueden ser afectivos y/o tóxicos, pueden servir de apoyo emocional, pero también estar sujetos a otras personas o al pasado

Laura Ramírez Palacio, Baile de los sueños

Lápiz sobre papel mylar, 28 × 22 cm, 2020

Laura Ramírez Palacio, Hay estructuras que es necesario dinamitar

Lápiz y óleo sobre mylar, 49 × 40,5 cm, 2020

Dentro de esta misma ambivalencia, la fuerza de las obras de Ramírez Palacio proviene de la contradicción entre una técnica dibujística depuradísima y llena de sutilezas sensoriales —frecuentemente aparecen figuras espectrales de niños y niñas sobre un fondo muy negro—, y una representación desfamiliarizada y tortuosa de escenas ligadas a la infancia. En estas escenas no se produce una imagen explícita de los abusos, aunque tampoco se oculta la dimensión sexualizada de las niñas. Más bien, se trata de representar la violencia sufrida e interiorizada por las mismas, a través de figuras, objetos o escenarios sometidos a una distorsión onírica que hace que, al mirarlas, entremos inmediatamente en un mundo siniestro del que queremos escapar. La dura historia de vida de Laura, entremezclada de momentos de dolor, miedo y ansiedad, pero también atravesada por otros de esperanza y resiliencia, puede vislumbrarse en sus dibujos, a la vez, difíciles y delicados.

Olga Fernández López, Patricia Mayayo Bost y Abdiel Segarra Ríos

Comisarios de la exposición

Laura Ramírez Palacio

Medellín, Colombia, 1988 – Madrid, España, 2022

Artista, historiadora del arte y gestora cultural. Graduada en Bellas Artes e Historia del Arte por la Universidad de Los Andes, Colombia y Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura visual (UAM, UCM, MNCARS). Su investigación doctoral exploraba imaginarios de infancia generados a partir de artefactos visuales solidarios y propagandísticos durante la Guerra Fría, y en particular a partir de materiales relacionados con los procesos revolucionarios en El Salvador y Nicaragua durante la década de 1980.

Sus proyectos artísticos se centraron de manera interdisciplinar sobre aspectos como la infancia, lo imaginario, las normatividades y la salud mental. Entre sus exposiciones colectivas sobresalen Cuatro Nombres (Galería La Cometa, Madrid, 2020), Paper Ballad (La Cápsula, Zúrich, 2018) y En la mira II (Galería La Cometa, Bogotá, 2018). En 2021 participó en la feria ESTAMPA (Madrid) con Galería la Cometa y en la feria THE OTHERS (Turín) con La Cápsula. Su última exposición individual, Realidades (In)imaginables tuvo lugar en la Embajada de Colombia en Berlín, Alemania (2016). Fue directora y fundadora de la Fundación Vasos Comunicantes en España, una organización sin ánimo de lucro dedicada a tender puentes entre la cultura y la salud mental.