Imperativos de Camilo Quiroga, nueva exposición de La Vitrina | Sala de Proyectos

Colombia es un país con una excesiva producción normativa en el que la solución intuitiva a cualquier problema es sacar una nueva norma. Este deseo va acompañado de dos factores: por un lado, la confianza excesiva que hay en el poder de la ley. Por el otro, la incapacidad del Estado para hacer cumplir todo ese acervo normativo. En este sentido la propuesta recurre a la fórmula protocolaria con la que se cierran las normas en Colombia consistente en el uso de verbos imperativos que determinan lo que debe suceder luego de su creación. La variante más popular consiste en la expresión “PUBLÍQUESE, COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE”. El objetivo es recurrir a esta formalidad y su uso repetido para evidenciar el contrasentido existente entre los poderes simbólico y real de las normas. Ello, en tanto sin cumplimiento -o ejecución-, estas consisten fundamentalmente en letra muerta cuyo alcance no traspasa el documento en el que se consignan. Es así, como esta obra parte de preguntarse sobre las consecuencias de repetir inconscientemente una formula retórica que tiene -o debería tener- implicaciones tan trascendentales en la realidad. El proyecto nace en agosto de 2022 con ocasión de la posesión de Gustavo Petro como presidente de la república en el marco de un ejercicio que pretendía hacer una reflexión sobre los múltiples significados de la palabra Ejecutivo. Lo anterior, precisamente porque el presidente -quien constitucionalmente es el “Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa”- hace parte de la rama ejecutiva del poder público. Casi dos años después dicho ejercicio continúa vigente teniendo en cuenta las expectativas puestas en el actual gobierno -autodenominado del cambio– así como el ambiente de tensión política que se percibe ante la dificultad para gestionar las reformas que, en teoría, materializarían el cambio prometido.