“Missa Ritus” es una monstruosidad. Un reflejo material de un sistema que moviliza masas principalmente alrededor del consumo. Aquí la masa se convierte en imagen, causa y consecuencia. Cada recibo utilizado como materia prima para la producción de esta obra, se muestra como prueba de que una transacción de consumo ha sucedido. Del mismo modo, la información que contienen suele ser efímera e irrelevante. También lo es en la obra, en donde se convierte en una mancha; un reflejo de la inmediatez de la cual nos hemos vuelto esclavos como sociedad.

En este proyecto, las facturas se aprovechan en función de su materialidad y su color para producir algo más. Algo que permita potencialmente develar su contexto a partir de la contemplación. De igual manera, la superposición aleatoria de cada una de ellas busca que se hagan parte de un todo y que su naturaleza mute; aquí el contexto es general e intenta ser re-significado. Lo que en un principio se percibe como basura, busca ser presentado como un ejercicio de reflexión a partir de la aglomeración. Aglomeración de la cual también ha sido sujeto la humanidad en aras de generar utilidades o como daño colateral en su búsqueda.