Así mismo cómo estos medios se pueden manipular para causar determinadas sensaciones en el espectador.  Este nace a partir de mi interés personal por el vidrio soplado, específicamente por sus cualidades intrínsecas: su transparencia, su versatilidad, su óptica y su color, donde cada pieza más allá de su forma tangible contiene en su interior una forma y valor espectral, cargada con su historia, su luz y su cautivante espíritu.

Paisajes vibrantes está conformado por una serie de 6 instalaciones y esculturas cinéticas e interactivas, realizadas con luces de espectro RGB y aparatos ópticos en vidrio soplado y sólido, donde cada instalación es inmersiva y está configurada para causar una gama de sensaciones y emociones especificas en el espectador.