Reserva Visceral es la acción de reparar memorias que pesan pero ya no se habitan. Me recorro despacio y me coso y uno para que cierre la herida. Desde las imágenes soy capaz de volver al pasado, puedo sentir y oler espacios que me recuerdan de a poco por qué y cómo llegué aquí. A veces bajo sin frenos a un lugar que llevo años sin frecuentar y se me entumecen las manos, bajando lo habito siendo otra, con el ceño fruncido. Volviendo me siento incómoda porque se nublan los sentidos y se distorsiona la realidad, pero enfrentándolo puedo verlo desde lejos y habitarlo apenas como pasajera. Con la imposibilidad de cambiar lo que ya viví nace la idea de unir, bordar, crear y coser desde un afán y necesidad por hacer más llevadero lo que se carga en el presente. Ahora me recorro siendo visitante y no residente, moldeando y bordando para que sea más liviana la memoria que pesa como bolsa con piedras.