vela

Esta noche te pienso, nuestras noches en vela en las que me rogabas que no me fuera.
Me levanté con los chillidos de una alarma que lamentaba tu ausencia.
En la mitad de la oscuridad busqué mis únicos pantalones elegantes que tenía para irte a buscar.
En tu lugar dejaste la llama de un ritual de comunión abandonado, tu baile y tus risas cristalizadas.
Sabiendo que quien no te vió prendida en todo tu oro y calor, voy a dormir con una plegaria por el amado en el corazón, y una canción de alabanza en los labios.